Hacer clic en la imagen,para verla más grande.

domingo, 12 de mayo de 2013

Virgen de los Desamparados


El 24 de febrero de 1410 el padre Jofré se dirigía a la catedral para pronunciar un sermón durante la Cuaresma, cuando presenció el linchamiento de un enfermo mental en una calle de Valencia próxima a Santa Catalina (actual Martín Mengod, anteriormente llamada Platerías). Este hecho le llevó a tomar la decisión de fundar un hospicio para enfermos mentales. La hermandad se constituyó bajo la advocación de "Nostra Dona Sancta Maria dels Folls Innocents e Desamparats" (Nuestra Señora de los Locos Inocentes y Desamparados).
El objetivo de la hermandad era atender a los enfermos, no obstante y debido a la hambruna de la época y el gran índice de orfandad debido a la peste negra, las calles se encontraban numerosos niños desamparados. El hospicio se amplió para recoger a los niños desamparados, expósitos y abandonados.
Dos años después nombraron patrona de la hermandad a la Virgen como madre de los desamparados allí acogidos, renombrando la advocación como de Virgen de los Desamparados.
El año 1414 llegaron tres jóvenes, vestidos de peregrinos, a la cofradía. Al recibirles el hermano cofrade que vivía en la casa, le dijeron que en tres días les podían hacer una imagen de la Virgen si les daban un lugar donde hacerlo y comida. Les llevaron al lugar conocido como La Ermita.
Pasados cuatro días y no oyéndose ningún ruido, forzaron la puerta y encontraron la imagen de la Virgen María. Los misteriosos peregrinos habían desaparecido; poco después sanó la esposa de un miembro de la hermandad, paralítica y ciega. El suceso dio origen a la leyenda de que "la feren els àngels" (la hicieron los ángeles).
El 21 de abril de 1885, el papa León XIII concedió una Bula pontificia por la que nombraba patrona de Valencia a la Virgen de los Desamparados.
Aunque el traslado se realiza al menos desde 1885, no será hasta 1911 cuando tome carta de naturaleza. En dicha fecha el político valenciano Felix Azzati hizo unas declaraciones en las que afirmaba que los republicanos valencianos tenían más votos que la Virgen de los Desamparados. En la fiesta de la patrona de ese mismo año miles y miles de valencianos acompañaron el traslado de la Virgen y así ha continuado hasta nuestros días.

Estampa de Cecilio Pla.
Virgen siglo sxviii-xix

La imagen de la Virgen de los Desamparados tiene su Basílica en la Plaza de la Virgen, en el mismo centro histórico de Valencia y junto a la Catedral. Hay otra imagen de la Virgen de los Desamparados, llamada la Peregrina que viaja por distintos barrios, asociaciones o entidades de Valencia y preside los actos allá donde es solicitada. Esta imagen sería realizada por el escultor valenciano Octavio Vicent en 1966 y mide 1 metro 33 cm.

La Virgen de los Desamparados recibe el nombre cariñoso de la "geperudeta" (se pronuncia cheperudeta), cuya traducción al castellano sería jorobadita. Ello obedece a una ligera inclinación hacia adelante que hace parecer tenga una pequeña joroba en la espalda.
El 15 de Octubre de 1921 el papa Benedicto XV a instancias del cardenal arzobispo de Valencia don Enrique Reig Casanova concede el privilegio de coronación de la Virgen. Esta se realizaría solemnemente el 12 de mayo de 1923 con la asistencia del rey Alfonso XIII y su esposa, siendo coronada la imagen por el cardenal don Enrique Reig y haciendole entrega de la corona el alcalde de Valencia don Juan Artal, declarándola por tanto reina de los cielos y de la tierra. Para esta efemérides se escribió el himno de la coronación que hoy es himno oficial de la Virgen de los Desamparados.

Durante la Guerra Civil Española (1936-1939), la Basílica de la Virgen fue asaltada en la tarde del martes 21 de julio de 1936 y la imagen de la Virgen sufrió grandes daños. El entonces alcalde republicano José Cano Coloma escondió la imagen detrás de un muro del Archivo Histórico Municipal y allí permaneció hasta el fin de la guerra. Al finalizar la contienda fue restaurada por el imaginero José María Ponsosa pero la restauración no gustó por no parecerse a la imagen anterior y se encargó una segunda restauración al escultor Carmelo Vicent.
Poco a poco adquirió el aspecto con el que nos es conocida. Su representación en pinturas, grabados, u otras imágenes escultóricas que fueron realizándose dada su veneración desde el siglo XVI, presentan modificaciones según las épocas y estilos.
En 1941, en la plaza de la Virgen, la imagen de la Patrona fue coronada por segunda vez, el domingo 11 de mayo, "a los sones de la Marcha Real" y con rendición de honores por desaparecer durante la guerra su corona.
Colocó la corona el arzobispo Melo y a continuación hubo Misa y se cantó el Himno. La imagen fue llevada a su Capilla, y en la procesión de la tarde figuró la imagen que se venera en la Fábrica de Tabacos. En la fabricación de la corona se utilizaron más de dos kilos de oro y 2.670 piedras de 250 quilates.
El domingo a las ocho de la mañana, en un altar que se instala delante de la basílica de la Mare de Déu y cuya fachada se adorna con un tapiz de flores, tiene lugar la Misa de Infantes. A las 10.30 horas se procede al “Traslado” en el que la imagen “Peregrina” es portada por los “seguidores” desde la Basílica a la Catedral por la Puerta de los Hierros. Este acto es muy famoso y la Virgen, entre vivas y piropos, es llevada en volandas, pasando de unos a otros, hasta que, de espaldas, entra en la Catedral.
A mediodía hay una mascletà y por la tarde se celebra una procesión en la que la Virgen es paseada por las calles del centro histórico que se presentan inundadas de miles de pétalos de flores.
En la plaza de la Reina se instala en esta fecha un mercado típico de objetos de cerámica y barro conocido como “l’escuraeta”.
Este año se cumple el 90 aniversario de su primera coronación.

Antes de su coronación.
Carroza cabalgata coronacion 1923.
Coronación 1923.
Coronacion 1923.
1923.
1936.

1936.
Corona donada en 1940 por Familias Torres Garin y David.
Portadores Virgen segunda coronacion 1941.

Marzo-Monseñor Melo coronacion1941.

Traslado 1948.
Traslado 1950.


1982,junto a San Pablo II.

No hay comentarios:

Publicar un comentario